Found in China (I)- Dos Manchegos en Beijing (I).
Esto pretende ser una pequeña narración de nuestras "aventuras" en China, fueron solo dos semanas pero dan para mucho. Dos manchegos y un gallego en China es mucho tomate, quizás demasiado......
A partir del siguiente post irán conectadas con chinotopía, son el mismo viaje quitando los primeros días en los que estuvimos solos los dos manchegos, culipardos para más señas y yo madrileño por adopción y elección pero manchego al fin (según dice C. estas cosas no se eligen, se es de donde se nace y ya está, esa es una buena discusión para otro post quizás). Otra base van a ser los correos que desde China envié a mis compis y aledañas a modo de apuntes sobre lo que mas me iba llamando la atención.
Lo siento si soy aburrido pero esto tiene q ser así no me quiero olvidar de nada y pretendo convertir esto en mi diario de viaje.
El viaje fue larguísimo, casi eterno para mi que me desperté a las 4 de la mañana en Madrid de un día 23 de Septiembre y la siguiente visita a la piltra fue a las 10 de la noche del día 24 en una cama del albergue Far East en Beijing. Aunque la verdad es que no fue tan largo como parecía, sino fuese por una panda de duches que nos rodeaban en el avión y q estuvieron de fiesta y dando ruido todo el viaje, hasta podría decir q fue un viaje corto y agradable. Madrid-Ámsterdam-Beijing.
¿Por qué Beijing y no Pekín?, simplemente porque ese es su nombre real. En China las ciudades importantes tienen dos nombres, el chino y el que las potencias extranjeras les dieron, porque les sonaba parecido digo yo.
Llegamos al aeropuerto destino sobre las 8 de la mañana, lo primero que hicimos fue coger el autobús equivocado. Se nos ocurrió preguntar por allí en vez de hacer caso a las sabias indicaciones de Y. (una amiga de M. que nos ayudó antes y durante el viaje), el caso es q nos bajamos en la última parada y estábamos relativamente lejos del albergue. Sobre todo estábamos al otro lado de una avenida de 10 o 12 carriles q de alguna forma debíamos cruzar. Ni que decir tiene q paramos un taxi, y una vez resueltos los problemas de comunicación con el taxista nos quedó claro q no iba a dar la vuelta ni de guasa. Así q llegó uno de los espabilados taxistas piratas y nos metió en su coche. Por 50 yuanes nos llevó al hostel casi sin preguntar, deberían haber sido unos 10. Pasamos miedo todo hay q decirlo, parecía q nos llevaba a otro sitio íbamos en dirección contraria y a través de las calles de un hutong. Fue solo para dar la vuelta, cambiar el sentido de la marcha, todo un problema en Beijing. Beijing polución, cielo siempre gris, la leche..... de soja.
Ese primer día solo andamos por la plaza de Tiananmen (mierda, se me olvidó buscar Tiananmenn en el google desde allí, al parecer los resultados son conmovedores) y por el centro, flipamos con la gente q nos echaba fotos, con los olores del hutong en el que está el Far East y con la gente, sobretodo la gente, tremendamente amables. Casi imposible comunicarse con ellos pero da igual, los niños no paraban de mirarnos, y en general tienen algo en la mirada q te hace sentir seguro, en un barrio de ese estilo en Madrid no tardarías ni 5 minutos en perderlo todo.
También conocimos a un chaval q quería practicar Inglés y q nos acabo llevando al museo nacional, regalándonos una firma china con nuestros nombres, happiness, long life y Barcelona. Nunca sabré como el tipo acabó pensando que éramos catalanes de Barcelona, puede que por los juegos olímpicos.......Toda su amabilidad se fue al garete cuando intentó vendernos unos cuadros suyos, haciéndonos chantaje sentimental, quería q le diéramos la oportunidad de triunfar como artista y el dinero además era para soportar a los chicos de la escuela de caligrafía y pintura. Además había q llevarse dos, el ying y el yang. Vamos q nos quería timar, y a punto estuvo de lograrlo, le dimos 100 yuanes de ayuda (una pasta en China, cosa q no sabíamos ese día) y después de coger nuestros "regalos" nos volvimos al hostel.
Esa noche conocimos a un par de españoles que habían estado en Chengdu (donde los pandas) intentando abrir nuevas vías de escalada o montañismo, no tuvieron suerte, no paró de lloverles. Muy majos los tíos, no hablaban inglés pero se comunicaban con todo cristo, en una especie de frenglish q chapurreaba uno de ellos.
China está llena de españoles, es acojonante, hay casi tantos como yanquis. Al día siguiente conocimos dos parejas españolas de setenteros en el albergue con los huevos cuadrados, se plantaron allí e iban a hacer lo más duro que nosotros hicimos, hard seat en tren de Beijing a Pingyao, pero bueno eso es otra historia q ya llegará.
Etiquetas: China
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