miércoles, octubre 25, 2006

Found in China (III)- Dos Manchegos en Beijing (III).

Aquí estoy de nuevo, a ver si de una vez acabo con Beijing. Para facilitar el trabajo voy a seguir el guión del post anterior, y para no ser demasiado plasta lo ampliaré solo un poco más.

Todo cándidos y supongo que también deseosos de integrarnos en la vida china, como sino fuéramos turistas, nuestro primer desayuno lo hicimos en un típico local del hutong. En China se come bastante bien, a no ser que seas probiótico claro, y una prueba evidente es el hecho de que desayunan churros (en Beijing), y muy buenos por cierto. Lo que quizás es más chocante es que no los mojan en nada, casi mejor porque los toman con sopa de estrellitas ó algo parecido. Como muestra, un botón, C. desayunando totalmente sobado. Aun sin café, estuvo bien.

desayuno chino

Ese mismo día fuimos a la Ciudad Prohibida (en chino Forbidden City) y la verdad es que fue un poco decepcionante, los palacios principales los están restaurando y estaban cubiertos por lonas. Por lo menos tuvimos nuestros primeros contactos con los turistas chinos. No os podéis imaginar la cantidad de turismo interno que hay por allí, se agrupan por colores de forma que todos los componentes de un conjunto tienen una gorra del mismo color y van siguiendo una banderita (del mismo color) en la que pone follow me (traducido del chino al español es algo así como sígueme).
En vista de que la fiesta nacional estaba próxima los soldados estaban entrenando, todos chavales muy jóvenes, los distintos pasos. Os dejo una foto, por cierto llovía. Si, los emperadores jugaban a baloncesto (bueno allí le dicen basket).

desfile

El día lo completamos con un paseo por la ciudad, nuestra primera visita al mercado de la seda y sobre todo con nuestra comida en una callejuela anexa a una de las principales calles comerciales. Comimos una especie de pasta (ellos le dicen noodles) y lo hicimos con palillos, además de con la inestimable ayuda de las camareras y como no de un par de magníficas "Chingaos".
Cometimos un montón de errores de turista, cosa que para nada fuimos, sacamos la guía de Lonely con las traducciones, pagamos más del doble de su valor por un par de Mao Relojes, compramos el libro rojo y flipamos en el mercado de la seda, en realidad esas cosas hay que hacerlas, supongo....

Del resto de días allí lo más destacable, sin duda, fué el viaje a la muralla (Great Wall en chino). Nos decidimos por la zona de Simatai, la más alejada de Beijing y la menos turística (¿quien dice nada de turistas?), menos restaurada, más empinada y en fin, más auténtica. Hicimos un paseo de 10 o 15 km durante 4 horas y la verdad es que resulto todo un placer para alguien tan acostumbrado al esfuerzo físico. Además conocimos a una simpática chica israelí muy comunicativa que nos acompañó a comer, en fin un encanto.
Casi más apasionante que la muralla en si fue el viaje hasta allí, 130 km de carreteras chinas y con conductores chinos, bueno el nuestro era más bien mongol. Espeluznante, tres camiones volcados durante el trayecto, un hombre sentado en una curva fumándose un cigarro y mirando al bus en plan "¿A que no te atreves a pillarme?". Conocimos aquí a un chico Inglés de madre española, y que por tanto era bilingüe Español-Chino, que nos acompañó el resto del viaje. Había pasado 15 días flipando en un pueblo lleno de kunfutecas, entrenando en una escuela y había acabado destrozado. Definitivamente alucinando decía q había más españoles que chinos, joder si estábamos en China, no podía ser. Serán los golpes, si tuviera nuestra preparación física no habría sufrido tanto, como es la gente...

Una muralla que vaya desde la playa ..............

muralla China


El resto de nuestra estancia en Beijing, vimos el Templo del cielo y hablamos sobre la piedra del eco, estuvimos en El palacio de verano, quizás lo mejor de esos días. Esperamos a M. una tarde entera, conocimos a una chica gallega y su novia, como si no tuviéramos suficiente con un gallego...
Y luego se acabó porque no volvimos a ir al mercado de la seda y no compramos nada, al fin y al cabo no éramos turistas.

peinetapeinetapeineta


















Así terminó el viaje de los dos manchegos, y comenzó el del gallego. Pero buena esa es otra historia y la han contado mejor en otros sitios.

Selección de fotos de esta primera parte.

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